Tratando de mantenerse intacta en el tiempo, la vestimenta totonaca no se vio tan afectada por los cambios impuestos durante la conquista, de esta manera, hoy en día es una de las tradiciones que identifica a esta etnia. No obstante, la alteración más notable sufrida por esta indumentaria, ocurrió a principios del siglo XX, cuando el tejido industrial, desplazó a la antigua técnica manual.
Cuáles eran las características de la vestimenta totonaca.
Un rasgo característico de la vestimenta totonaca, fue su color blanco puro, sin embargo, las damas acostumbraban a vestirse de manera llamativa, usando listones tejidos en diversos colores, sobre la ropa.
La confección del ropaje de los totonacas, tenía todo un proceso, que iba desde la siembra del algodón, aunque también usaron a lana, hasta el manejo de los telares de madera, fabricados por ellos mismos.
Igualmente, esta labor estaba a cargo de las mujeres, quienes como expertas tejedoras, cumplían un ritual de orar a los dioses antes de empezar cada faena.
Por otra parte, destacaba el uso del sombrero de palma, considerado un atributo femenino, además, utilizaban como calzado las huaraches o sandalias, elaboradas con suela de hule y tirantes de cuero.
De igual manera que otras civilizaciones precolombinas, los indígenas de la cultura totonaca, también se valieron de penachos hechos con plumas de quetzal, collares, brazaletes y otros accesorios ornamentales.
Cómo era la vestimenta totonaca de acuerdo al sexo.
Contaban las crónicas coloniales, que ver a las mujeres totonacas, se asemejaba a observar a los colibríes con sus ágiles movimientos y su notorio colorido, mientras, mirar a los hombres, era como contemplar a las garzas, con sus lentos pasos ataviados de blanco.
Al respecto, la vestimenta totonaca de las mujeres se destacó por su elegancia, así, llevaban faldas bordadas, cubriéndose el pecho con un pequeño poncho triangular, collares y pendientes de concha o jade, e incluso, frecuentemente se tatuaban el rostro con tinta roja.
Acompañando todo ello, complementaban su atuendo con un trenzado de plumas, tan coloridas como las fajas colocadas en la cintura o en la cabeza, además usaban un chal liviano, el cual servía para abrigarse o cargar a los recién nacidos.
Por su parte, los hombres vestían un calzón similar a un pantalón, y una camisa al estilo marinero, combinado con un pañuelo amarrado al cuello que colgaba la espalda.
En síntesis, la vestimenta totonaca como una ofrenda a los dioses, exhibió una pureza que se mantuvo incólume en el transcurso de los siglos.
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