Siendo el códice de Chiconquiaco uno de los pocos vestigios encontrados de la escritura totonaca, la misma ha sido descifrada con un sistema de alfabético de caracteres latinos, resultando hasta cierto punto, sencillo y simplificado.
Algunos aspectos de la escritura totonaca.
Fundamentalmente, la escritura totonaca se caracterizó por su estilo poético, el cual tocaba temas históricos, de personas, costumbres, nombre de localidades e incluso de la naturaleza. En este sentido, fue el Fray Andrés de Olmos, quien realizó las primeras descripciones gramaticales de este lenguaje, las cuales lamentablemente se perdieron.
Dentro de este contexto, la grafía de los totonacas está compuesta por un alfabeto de 23 letras, es decir, cinco vocales y dieciocho consonantes.
No obstante, en términos generales, este idioma cuenta con tres vocales básicas (a, i, u); debido a que las dos restantes (e, o), son complementarias, empleándose solamente en el medio o al final de las palabras.
En cuanto al acento, se escribe sobre la vocales para formar una sílaba y cambiarle el significado a un vocablo, por ejemplo, la palabra kilhni significa boca, mientras, el término kilhní se refiere a lo regaña.
De la misma manera, el lenguaje de la cultura totonaca es aglutinante, es decir, muchas de las palabras están formadas por diferentes raíces, además, la conjugación verbal, suele ser bastante compleja, ya que los tiempos del verbo se señalan con diversos prefijos; e inclusive, posee verbos irregulares, los cuales cambian en todos los tiempos, solo en la segunda persona, tal como sucede con an (ir) y sus palabras derivadas lin (llevar), lakgchan (alcanzar) y chan (llegar allá).
Por otra parte, la letra r, únicamente se usa en los vocablos derivados del español, como kurus (cruz), karsiano (cristiano) y sarampiyu (sarampión).
El legado de la escritura totonaca.
Formando parte de la escritura totonaca, el códice de Chiconquiaco, fue realizado en unos trozos de papel amate con tinta roja y negra, en el siglo XVI, dejando un testimonio de la llegada de los españoles a las tierras veracruzanas, igualmente, describía muchas de las características de los asentamientos del Gran Señorío de esta civilización.
Como un intento por preservar los mismos, fueron enmarcados y encapsulados en acrílico, pero penosamente, en el año 1992, desaparecieron las 16 hojas que lo componían, y hasta el día de hoy, se desconoce su destino.
Finalmente, este manuscrito fue un importante nexo para descifrar la escritura totonaca, logrando así, mantener viva su verdadera expresión, la cual está descrita en el término kintatlawakán, cuyo significado es nuestra cultura.
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