Rigiendo la vida política, religiosa y civil del Imperio, el calendario romano, formó parte esencial de su identidad cultural, existiendo la firme creencia, que el mismo había sido establecido por Rómulo, el legendario fundador de Roma.
Características del primer calendario romano.
Básicamente, el calendario romano fue una evolución del usado por los griegos, de esta manera, en un principio estaba compuesto por 304 días y 10 meses lunares, sin embargo, existía un desajuste de las fechas con respecto a las estaciones.
Conforme a ello, el primer mes del año era martius, en honor a Marte, el padre de los fundadores de Roma, le seguía, aprilis, dedicado a llegada de la primavera, luego, maius, relacionado con la madre de Hermes y diosa de la fertilidad, posteriormente, iunius asociado con Juno, la deidad del matrimonio; asimismo, el resto de los meses eran quintilis, sextilis, septembris, octobris, novembris y decembris.
Cabe destacar, que los romanos no contaban los meses por día, sino más bien tomaban tres fechas de referencia por cada mes, como calendas o primer día, nonas o quinto día, e idus o treceavo día.
Evolución del calendario romano.
Al no contar el calendario de la cultura romana con la temporada de invierno, el rey Numa Pompilio, introdujo al final del año, los meses de ianuarius en honor a Jano y februarius venerando a Februus o Plutón.
Así, el calendario pasó a tener 355 días, no obstante, las campañas militares romanas exigían el nombramiento de cónsules con una considerable antelación, debido a que los lugares se encontraban lejos de Roma, por esta razón, se estableció permanentemente el comienzo del año en el primer día de ianuarius.
Ulteriormente, durante el mandato de Julio César, las fechas del calendario romano se cuadraron con mayor exactitud con cada una de las estaciones, agregándose más días a los meses.
Respecto a ello, los meses pares quedaron con 30 días, y los impares con 31 días, dando un total anual de 365 días, excepto febrero, el cual quedando con 28 días, cada cuatro año se le añadiría un día para completar el déficit anual de seis horas, pasándose a llamar ese año, bissextus o bisiesto.
Luego de la muerte de Julio César, el mes quintilis adoptó el nombre de julio, y por petición del emperador Augusto, sextilis se cambió por agosto. Así, se originó el calendario juliano, el cual predominó en la humanidad hasta la imposición del gregoriano, en el año 1582.
Concluyendo, se puede decir que el calendario romano fue el punto de partida del anuario con meses y semanas, manejado por la sociedad moderna.
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