Como un resultado de la interacción entre varias civilizaciones, nació la cultura romana que dejó un gran legado a la humanidad. Así, la fusión entre los griegos, sabinos y latinos, fue clave para el establecimiento de la ciudad de Roma.
La cultura romana se desarrolló en la actual península itálica al sur del continente europeo, localizada en el mar Mediterráneo. Su ubicación, y la formación de un gran ejercito militar, le permitió su expansión por toda la región. Constituyendo una de las civilizaciones más determinantes de la historia universal.
Destacándose por ser la primera en establecer las leyes por escrito, la cultura romana realizó grandes aportes al derecho vigente, además, su lengua el latín, se convirtió en la madre de muchos idiomas modernos. Igualmente entre sus manifestaciones quedaron majestuosos vestigios arquitectónicos, obras de arte y su importancia como centro cristiano del mundo.
Reseña histórica de la cultura romana.
El período más fructífero de la cultura romana se dio en la antigüedad, reconociéndose tres etapas:
Monarquía (753 – 509 A.C.).
Parte con la edificación de la ciudad de Roma, que de acuerdo a la leyenda fue fundada por Rómulo y Remo, hijos de Rea Silvia con el dios Marte.
República (509 – 29 A.C.).
Durante este período, la antigua cultura romana se convirtió en la primera potencia con numerosas colonias europeas, asiáticas y africanas. Destacándose por la formación de dos triunviratos: Craso – Pompeyo – Julio César y Lépido – Octavio – Marco Antonio.
Imperio (29 A.C. – 476 D.C.).
Fue la etapa de mayor esplendor, caracterizada por el gobierno de los emperadores, quienes concentraron todos los poderes, como Nerón, Augusto, Calígula, Claudio, Marco Aurelio, etc.
En el año 395, bajo una fuerte crisis se divide el Imperio romano en dos:
Occidente con la capital en Roma y Oriente en Constantinopla.
Para el año 476, el último emperador de Roma fue destronado por los bárbaros, y el poder trasladado a Constantinopla. De esta manera, la Iglesia empezó a ganar prestigio, y asumiendo funciones políticas, nació el Estado Pontificio.
Una vez recuperada Roma, pasó a ser la capital del Estado Pontificio, adquiriendo el cristianismo relevancia religiosa y política. El poder papal llegó hasta que Pío IX perdió la batalla de Porta Pia, en 1870. A partir de ese momento, Roma empezó a ser la capital de Italia, pero el papa, no aceptando la reunificación, se refugió en El Vaticano.
Posteriormente, con las guerras mundiales, prosiguió una etapa de monarquías, que acabaron en 1946, para instaurarse la República. Actualmente, Roma cuenta con un impresionante centro histórico que refleja su opulento pasado.
Organización sociopolítica de la cultura romana.
Antiguamente la sociedad de los romanos se dividía en patricios (élite), plebeyos (pueblo), y esclavos. En este sentido, el pueblo no tenía derechos políticos ni religiosos, sin embargo, durante la época republicana los fueron conquistando. Poco a poco, se conformó un sistema sociopolítico estructurado bajo el siguiente esquema:
Comicios, configuraban un grupo de instituciones formadas por las diferentes clases de asambleas:
- Curial, consistía en la asamblea donde un grupo de treinta patricios elegían magistrados y tomaban decisiones judiciales.
- Centurial, asamblea de patricios y plebeyos, que reunidos en grupos de cien representaban un voto, para designar a nuevo cónsul.
- Tribal, era la asamblea de los plebeyos para seleccionar a los tribunos.
Senado, estaba conformado por un consejo de ancianos descendientes de las élites, quienes supervisaban los servicios religiosos, administraban los recursos financieros, inspeccionaban a los magistrados y nombraban altos jefes militares.
Magistrados, constituían un grupo de funcionarios al que pertenecían los reyes, sus cargos eran ad honorem y duraban entre uno o cinco años. La posición más alta de la magistratura era el cónsul, quien durante la era republicana dirigía el estado y al ejército, mientras que en la etapa del imperio fue una figura representativa. A este cargo le seguían, el pretor quien se encargaba de administrar la justicia, además, el censor que vigilaba la conducta moral y pública de la población.
Tribunos, representaban a los plebeyos ante las autoridades, y se regían por las decisiones tomadas en asambleas populares. Poseían funciones de carácter administrativo, tributario, militar y civil.
Decenviros, conformado por diez romanos encargados de redactar y actualizar la legislación, entre ellos la Ley de las Doce Tablas. Un dictamen con artículos grabados en bronce que establecía las faltas y castigos.
Derechos y deberes ciudadanos en la cultura romana.
Tener la ciudadanía de la cultura romana era un privilegio, pero ello implicaba una serie de deberes y derechos.
Entre los derechos que gozaban los romanos se encontraban el sufragio, la posibilidad de postularse a cargos públicos, la tenencia de propiedades, la potestad de tomar acciones frente a los tribunales de justicia o apelar las decisiones de los magistrados. Los ciudadanos no podían ser torturados o condenados a muerte, solo en caso de traición. Todos estos derechos otorgados a los civiles formaron las bases de lo que actualmente es el Derecho Natural.
En relación a las obligaciones, se destacaban el respeto a los derechos ajenos o cumplir con el pago a los acreedores. Adicionalmente el acatamiento de una serie de normas destinadas a asegurar la paz social.
La economía de la cultura romana.
Se puede decir que básicamente la actividad económica de la antigua cultura romana se fundamentó en la agricultura y ganadería. La tierra, mayoritariamente en manos de los patricios, incrementó las haciendas especializadas en el cultivo de uva, cereal y oliva. También la vocación agrícola, casi sagrada, de los romanos, hacía mantener enormes extensiones de tierra con todo tipo de alimentos. En algunas oportunidades eran propias y en otras arrendadas a los patricios.
Existiendo legalmente la libre empresa, el trabajo en las ciudades resultaba una opción de mayor estatus que la del campo. Así, en un ambiente citadino ruidoso, se desarrollaban actividades de manufactura, comercio, profesionales como maestros, banqueros y arquitectos. También tejedores, alfareros, zapateros, herreros, tintoreros, ofrecían sus productos en el mismo lugar que los fabricaban.
Por el aumento de la población, y ante la imposibilidad mantener la misma con recursos locales, el gobierno impulsó el comercio con otros territorios. Importando los productos necesarios para la manutención de la población, logrando un período de bonanza que se llamó Pax Romana. Para ello, la vía de transporte que más se uso fue la marítima, a través del Mediterráneo. Asimismo, se creó un patrón para valorar los productos, usándose cuatro tipos de monedas: as, sestercio, denarius argentus y denarius aureus.
En otro orden de ideas, el gobierno cobraba tributos a sus ciudadanos, que eran gastados para mantener las tropas militares, y raramente se cubrían otros costos con estos impuestos. Por ello, Roma recurría a la guerra para extraer riquezas de otros países, que eran usadas para cubrir el déficit. Esta fue una de las causas de la caída del Imperio romano, es decir, cuando pasó a estar a la defensiva, se le hizo imposible cubrir los gastos, derivándose una tremenda crisis.
Religión de la cultura romana.
Profesando una religión politeísta, la antigua cultura romana incorporó elementos de los etruscos y otras regiones cercanas. Una peculiaridad de los romanos, era la existencia de santuarios domésticos, donde rendían culto a los dioses protectores del hogar. De igual manera, para la devoción pública de los dioses, se utilizaban los templos.
Todas las prácticas religiosas eran controladas por el estado, estando prohibido y condenado profesar un dogma diferente al establecido. Razón por la que los cristianos eran perseguidos e incluso asesinados, obligándolos a realizar sus rituales a escondidas. Muchos emperadores romanos le exigían al pueblo adorarlos como si fuesen dioses, por ejemplo Julio César, Octavio, Augusto, Calígula, Claudio.
Ciertamente los dioses romanos eran los mismos de la antigua Grecia, debido a que fueron absorbidos después de su conquista, solo que les fueron cambiados los nombres. Estas deidades siendo inmortales decidían la vida de los mortales, poseían cualidades de los seres humanos y representaban diferentes fuerzas naturales, como: Júpiter (Dios de dioses), Apolo (verdad y sol), Venus (amor y belleza), Marte (guerra), Minerva (sabiduría), Neptuno (océanos).
Con el tiempo, el cristianismo pasó a ser la religión oficial de la cultura romana, siendo el politeísmo abandonado progresivamente.
Manifestaciones de la cultura romana.
Como hemos mencionado, la cultura romana dejó grandes contribuciones, tales como el derecho y el latín, adicionalmente a ello, encontramos:
Filosofía.
Caracterizada por darle énfasis a la filosofía ética y política se destacaron Horacio, Séneca, Cicerón, Epicteto y Marco Aurelio.
Literatura.
Aunque imitaron a los griegos en su literatura, sobresalieron figuras Virgilio, César, Plauto, Enio, Andrónico, Terencio, Nervio, Lucrecio.
Escultura.
Por medio de la herencia de los etruscos y los griegos, los romanos desarrollaron una magna expresión artística. Algunos monumentos fueron elaborados en bronce o mármol y otros tallados en frisos, siendo el tema central el retrato de dioses o personajes importantes. Resaltando obras como Augusto de Prima Porta, busto de Antinoo, retrato de Augusto, retrato de Patricio llevando máscaras.
Arquitectura.
Reflejando su majestuosidad, el Imperio romano recalcó construcciones de obras arquitectónicas como el Coliseo, Foro Romano, Panteón, Fontana di Trevi. Un arte que se extendió a épocas posteriores, quedando plasmadas en la Iglesia de San Pedro, San Juan de Letrán, Plaza de España y Plaza de Venecia.
Concluyendo, podemos afirmar que la cultura romana se nutrió de su entorno para establecer una gran civilización, que en muchos sentidos labró el camino de la humanidad.
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