En un contexto mundial lleno de violencia, conflictos y guerras, la cultura de paz se traza como una excelente alternativa para aminorar todos estos males del planeta.
Históricamente la humanidad ha aceptado el uso de la fuerza como un recurso para resolver disputas. Así, perpetuándose como único mecanismo, ha originado una sociedad que usa la violencia en nombre de la razón y verdad. Lamentablemente cuando esto sucede, es mucho más lo que pierde una sociedad, comparado al bienestar y progreso que logra cuando usa la paz.
A finales de los 90, la ONU consciente del daño que ha significado la violencia para la humanidad, aprobó la resolución “Hacia una cultura de paz”.
En el mismo, se enfatizan decisiones relativas a la protección de los derechos humanos en el mundo. Del igual manera, en el año 2000, por otra sentencia, se declaró como Año Internacional de la Cultura de Paz. Dentro de todo esto, han sido innumerables las acciones de los organismos mundiales por promover la cultura de paz. Sin embargo, vemos como lamentablemente se siguen vulnerando los derechos humanos, y la respuesta internacional es lenta o diplomática.
Antes de continuar, es importante recordar que Gandhi expresaba: “no hay camino para la paz, la paz es el camino”.
Qué significa la paz.
Definir el concepto de paz, resulta interesante pero complejo, ya que no solo se refiere a la ausencia de guerra. En base a ello, la paz es una manera de interpretar las relaciones sociales y una forma de resolver conflictos. Entendiéndose por conflicto a una contraposición de intereses entre personas o grupos, que no necesariamente pueden ser bélicos.
Los desacuerdos son hechos naturales que se originan en las relaciones sociales, no siendo su mejor solución el uso de la violencia. Tampoco un mecanismo para solventar una situación puede ser la dilatación de un conflicto, ya que generan un enfrentamiento armado.
En base a esto, la paz debe ser una estructura preventiva que garantice los mecanismos apropiados para resolver desacuerdos. Que vienen dados por el empleo de las capacidades de la inteligencia humana como la comunicación, diálogo y cooperación. Tres elementos que son básicos para la aplicación de una cultura de paz, permitiendo el bienestar y desarrollo humano.
El derecho internacional define la paz como la resolución no violenta de conflictos internacionales, mediante tratados o convenios. Por lo tanto, de acuerdo a esto, la paz se compone de varias dimensiones:
- Cumplimiento por parte de los estados de una serie de valores y principios recogidos en diferentes convenios internacionales. Cuyo contenido se basa en promover la democracia, el respeto y la resolución pacífica de los conflictos.
- Acatamiento de las obligaciones contraídas por cada Estado con el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas.
- Protección por parte de cada Estado de los derechos económicos, sociales, culturales, al desarrollo, de las mujeres y niños.
- Promoción de la democracia e instituciones, fomentando la transparencia y rendición de cuentas en la gestión de asuntos públicos.
Qué es la cultura de paz.
La cultura de paz implica el esfuerzo realizado para modificar pensamientos y actitudes con el fin de promover la armonía. En consecuencia, significa la transformación de conflictos, restauración de la paz y generación de confianza en poblaciones que emergen de una guerra.
De acuerdo a la ONU, la cultura de paz “es el conjunto de valores, actitudes y comportamientos, que reflejan e inspiran la interacción social basándose en los principios universales de libertad, justicia, solidaridad, tolerancia e igualdad de género”. Así como, “el respeto o promoción de los derechos humanos y el arreglo pacífico de los conflictos”.
En base a ello, la ONU ha cooperado en la solución de confrontaciones, mediante las actuaciones del Consejo de Seguridad. Siendo el principal órgano responsable de mantener la paz y seguridad internacional conforme a la Carta de las Naciones Unidas.
Sin embargo, el propósito de la cultura de paz traspasa los límites de los conflictos internacionales. Haciéndose extensivo a las escuelas, oficinas, parlamentos, familias y todos aquellos lugares que generan una convivencia social. Lo que implica la compresión y el respeto hacia las demás personas, rechazando la violencia como una seria amenaza a la paz.
Entonces, la cultura de paz encarna una respuesta que debe surgir de la propia sociedad. En este sentido, la paz implica encontrar la armonía interior que debe conducir a respetar y tolerar al prójimo. A medida que se refuerce la no violencia y el respeto a las libertades y derechos fundamentales de cada individuo, una sociedad vivirá en un ambiente de equilibrio y progreso.
Ahora, la cultura de paz internacional, se nutre de las diferentes tradiciones, religiones y perspectivas políticas de cada nación. Siendo su objetivo que estas sociedades convivan en una atmósfera marcada por la compresión, tolerancia y solidaridad intercultural.
Los derechos humanos y la cultura de paz.
Una cultura de paz está basada en el respeto a los derechos humanos, y la primera referencia a ello, se encuentra en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. Este documento recoge 30 artículos relativos a los derechos individuales que obliga a las naciones firmantes a cumplirlos. Entre los que se encuentran el derecho a la vida, igualdad, libertad, integridad individual, justicia, seguridad jurídica, inviolabilidad del hogar y comunicaciones, propiedad, sexuales, acceso a la información, ciudadanía, educación, salud, vivienda, agua, alimentación, trabajo, niños, comunidades indígenas, entre otros.
Igualmente, la promoción de las libertades y derechos como un ideal común, debe realizarse a través de la educación. Debido a que es la que desarrolla tanto la personalidad humana como el fortalecimiento al respeto de los derechos consagrados. Al respecto, ha sido la UNESCO, el organismo que ha asumido esta labor a nivel internacional. De forma que sea una materia dentro de los programas en las escuelas primarias y secundarias. Entonces, los derechos humanos y la cultura de paz deben constituir los ejes principales de la educación moderna.
Cómo crear una cultura de paz.
Si hay algo primordial en la creación de la cultura de paz, es la libertad de información y expresión. También este proceso debe darse de acuerdo al comportamiento y estilo de vida de cada región. Igualmente, es fundamental, el incentivo y fortalecimiento de la participación de las mujeres en la implementación de la paz.
La creación de una cultura de paz constituye un vasto proyecto que está relacionado con los siguientes factores:
Seguridad económica y desarrollo.
Sólo se puede asegurar la paz cuando las personas no tienen miedo al hambre. Por consiguiente, un proceso de paz debe estar vinculado al desarrollo equitativo y sustentable de las personas. Si esto no ocurre se corre el riesgo de producir perturbaciones en la sociedad que conducen a conflictos violentos.
Estabilidad política y democrática.
Ofreciendo métodos de democracia participativa, los conflictos se pueden manejar mediante el diálogo, medición y compromiso de las partes. Buscando soluciones políticas en las que todos se beneficien, se evita la destrucción de la integridad y el efectivo funcionamiento de la sociedad.
Costo-efectividad.
Necesariamente la cultura de paz debe ser tan grande como la guerra, debido a que los conflictos bélicos han probado ser generadores de ganancias. Por consiguiente, las iniciativas destinadas a controlar el comercio de armas para destinarlas hacia programas de desarrollo humano, brindan seguridad económica y política.
Solidaridad mundial.
Mientras que la guerra promueve la solidaridad contra un enemigo o nación, la cultura de paz impulsa la solidaridad de la gente contra las amenazas comunes a su seguridad. Ello se traduce en que cada persona verá en la otra, un aliado en una lucha colectiva por la paz.
Importancia de cultura de paz.
La mejor forma de comprender la importancia de la cultura de paz es aplicando este concepto tanto a nivel individual como en los grupos humanos. En el ámbito personal, la paz involucra una ausencia de sentimientos negativos que pueden alcanzarse a través de recursos como la razón o la fe. En cambio la paz social consiste en el establecimiento de buenas relaciones con los grupos de la sociedad. Pero, la paz individual es el camino para dar lugar a la cultura de paz dentro de una sociedad. Así, la cultura de paz abarca desde el estado de estabilidad personal hasta su extensión a lo social.
Esto nos conduce a decir que, cuando los espacios se comparten dentro de una convivencia pacífica de respeto, el diálogo y la comunicación, constituyen los pilares en la solución de los conflictos. Algo que debe empezar a nivel familiar, proyectarse en la escuela y por ende extenderse a todo un país. Todo ello forma la exigencia de una cultura de paz.
De igual manera, es necesario promover la cultura de paz en el mundo, desterrando el armamentismo y fomentando los valores democráticos, el respeto al medio ambiente y la justicia social. Erigiéndose como el instrumento adecuado de las naciones, para generar el progreso de la humanidad en armonía con el entorno.
En síntesis, la cultura de paz integra varios tópicos que girando en torno a los derechos humanos tiene como objetivo principal sentar las bases para el uso de la no violencia.
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