La sociedad olmeca ha sido una de las más difíciles en estudiar, dado que los testimonios que han perdurado en el tiempo son insuficientes para darnos una idea clara, sin embargo, las escasas noticias que se tienen sobre la organización social de los olmecas, es lo recabado por arqueólogos e historiadores en las llamadas “ciudades reales y rituales” que sirvieron de asentamiento poblacional de esta civilización.
Los Olmecas vivieron 3 períodos evolutivos, enmarcados cada uno en 3 capitales o ciudades rituales, donde se concentraron poblacionalmente.
De lo recabado en las 3 capitales olmecas, la primera fue San Lorenzo, la segunda La Venta y como tercera Tres Zapotes, es de donde se formula, en líneas generales, que la organización social de los olmecas era en extremo centralizada mediante principios y ordenamientos de recia subordinación.
Clases existentes dentro de la organización social de los olmecas.
La organización social de los olmecas se ve claramente estratificada. Por una parte existía un grupo minoritario, la clase dominante, poseedora de todos los privilegios de tipo social, y que estaba compuesta por los Sacerdotes-Guerreros y los arquitectos, artistas y comerciantes de la Élite, asentados en los centros ceremoniales.
Como contraparte de la sociedad, estaba la clase subordinada, que constituían la mayoría de la población olmeca, no siendo otros que los campesinos, y que habitaban en las aldeas circundantes a los centros ceremoniales.
Características de la organización social de los olmecas.
Como característica principal, la organización social de los olmecas era de tipo comunitario. Cada núcleo social o comunidad era un predio dirigido o al mando de un Rey-Sacerdote, que tenía a su mando varias familias. A este tipo de comunidad se le llegó a denominar “ciudad dispersa”.
La estratificación quedó establecida en quienes se dedicaban a actividades desligadas del trabajo de campo, que se imponían sobre los que ejecutaban labores agrícolas.
Bajo este sistema, en la organización social de los olmecas las funciones de cada uno de sus integrantes estaban claramente definidas.
Tanto los sacerdotes, como la aristocracia gobernativa estaban en igualdad de condición, es así como los ciudadanos tenían la responsabilidad de erigir los centros ceremoniales a través de los constructores y artistas.
Igualmente formaban parte de la clase dominante los comerciantes y los artesanos de categoría, mientras que los campesinos estaban relegados al cultivo de la tierra y en la obligación de llevar ofrendas.
Las mujeres tenían como tarea el tejido de paños y la elaboración de objetos de arcilla y barro.
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