La organización política de los olmecas estaba en manos de lo que se pudiera llamar la “casta chamánica”, quienes amparaban su dominio en base a supuestas instrucciones divinas.
Los gobernantes y sacerdotes eran por lo regular las mismas personas, ya que la excesiva concentración del poder, produjo que el pueblo olmeca se supeditara a la sujeción de los reyes-chamanes o reyes-sacerdotes”, que a un mismo tiempo formaban parte de núcleos familiares poseedoras de excelentes tierras para el cultivo.
En razón de esto se conforma una teoría que plantea que aquellas familias que se apoderaron de las mejores estancias agrícolas tomaron el control político, y ya en manejo del poder despuntaron los sacerdotes.
La organización política de los olmecas se conformó por un hecho económico: el auge y los logros obtenidos por la explotación agrícola.
En un principio los pequeños grupos familiares ponían en práctica sus labores del cultivo de tierras y repartían el trabajo de manera comunitaria, para dar una igualdad en los beneficios, método que cae paulatinamente en desuso. Lo que en un principio constituyó el beneficio de la mayoría, pronto pasó a ser el medio para el control gubernamental.
El gobierno y la organización política de los olmecas fueron dirigidos por las familias que lograron detentar las tierras más óptimas para la labranza, con el objeto de someter y controlar a los demás habitantes.
Características de la organización política de los olmecas.
En primer lugar, la organización política de los olmecas se clasifica e identifica como un gobierno de tipo teocrático, donde todo giraba en torno a un dios. El jefe superior o gobernante dentro de la sociedad de los olmeca era un Sacerdote.
El gobierno es ejercido por parte de los detentadores de la tierra, ya que el control sobre los mejores terrenos para el cultivo, determinaba quienes podían ser gobernantes.
Existió una escasa diferenciación entre la ley religiosa y las leyes cívicas del pueblo olmeca. Su sistema religioso fue complejo, justificativo de una legislación absoluta. La representación de las autoridades y gobernantes era designio de los dioses.
Se creó una estructura de tipo jerárquico por aquellos que monopolizaban algún recurso natural. De ahí surge un férreo control sobre elementos materiales, como el agua y las piedras, para legitimar el liderazgo y su régimen.
Prevaleció el establecimiento de una enorme brecha entre las clases altas y el estrato subordinado.
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