Expresando con una rigurosa precisión un pensamiento, los símbolos náhuatl se trazaron en torno a la mitología, para dar la forma y el carácter que distinguieron a estas culturas.
Cuáles son los fundamentos de los símbolos náhuatl.
Evidentemente, el contacto con la fauna que habitaba su mismo territorio, originó que la figura animal fuese un prototipo simbólico, de esta manera, la serpiente, el águila, el perro, el tigre, el caracol, el cocodrilo, la lagartija, el ciervo, el conejo, el mono y el buitre negro o zopilote, formaron parte de una gran cantidad de símbolos náhuatl.
A su vez, ello se convirtió en el instrumento para la creación de una mitología religiosa, caracterizada por los atributos divinos otorgados a cada uno de ellos, incluso mezclándolos, como es el caso de la serpiente emplumada o Quetzalcóatl.
Igualmente, los colores en la simbología de los nahuas abarcaron un ámbito importante, en este sentido, los llamados tlapallis, se vinculaban estrechamente con las ideas elaboradas acerca del mundo que los rodeaba, pero más allá del sentido visual, poseían un valor figurado del tacto, gusto y olor, conformando una especie de lenguaje.
Así, en la cultura náhuatl, el color negro estaba relacionado con el norte y era cortante al tacto, el blanco haciendo referencia a la sal, se relacionaba con el oeste, el rojo era picante como el chile y describía a la sangre o algunos dioses, el amarillo, manifestaba el alimento cocido o al dios del fuego, el azul, era el color facial de las deidades, y el verde, mostraba a la fruta no madura o a la hierba tierna comestible.
Algunos de los símbolos náhuatl.
Los símbolos náhuatl se emplearon como ideogramas, tanto en la escritura como en el calendario, entre algunos de ellos se encuentran:
Tonatiuh: representado por la figura del sol, en la lengua nativa significaba la expresión si puedo.
Téotl: siendo la idea central de la religión de los nahuas, sugería la frase Dios nuestro Señor, además, era simbolizado por un medio círculo solar en colores amarillo, rojo, verde, azul y blanco.
Anáhuac: conceptualizando al agua como elemento sagrado, de igual manera, aludía al valle de México rodeado de agua.
Cipactli: encarnando la cabeza de un cocodrilo, era el primer símbolo del calendario Náhuatl, como refiriéndose al animal primogénito sobre la tierra.
Quiahuitl: el penúltimo signo calendárico describía a la lluvia y honraba al dios Tláloc.
Conforme a la gran labor realizada por muchos frailes, que se dedicaron a descifrar la inmensa cantidad de símbolos náhuatl, hoy día se conoce un poco más del pensamiento e ideología que envolvió a estas civilizaciones prehispánicas.
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