Señalando la actividad del cosmos, el calendario náhuatl le adjudicó un sentido y un orden al tiempo, que le otorgó coherencia a las ceremonias rituales y a las actividades agrícolas.
Composición del calendario náhuatl.
Siendo el Tonalpohualli el calendario náhuatl que medía el ciclo de los destinos, era utilizado para los ritos y a su vez, compuesto por días o tonalli, a los que se les asignaba un número y un signo.
Al respecto, por un lado la numeración usada para cada día era del 1 al 13, de la siguiente manera: ce (1), ome (2), eyi (3), nahui (4), macuilli (5), chicuace (6), chicome (7), chicueyi (8), chiucñahui (9), mahtlactli ihuan ce (11), mahtlactli ihuan omme (12), y mahtlactli ihuan eyi (13).
Por otro lado, estaban 20 signos asociados a una deidad y a un punto cardinal, como: cipactli, ehecatl, calli, cuetzpalin, coatl, miquiztli, mazatl, tochtli, atl, itzcuintli, ozomahtli, malinalli, acatl, ocelotl, cuauhtli, cozcacuanhtli, olin, tecpatl, quiahuitl, y xochitl; que son los mismos que se encuentran en el primer anillo de la Piedra del Sol.
Cómo funcionaba el calendario náhuatl.
El Tonalpohualli constaba de 20 semanas de 13 días cada una, entonces, la primera semana empezaba con ce cipactli y terminaba con mahtlactli ihuan eyi acatl, continuando la segunda con ce ocelotl, y así consecutivamente se intercalaban los números con los signos, resultando este calendario de la cultura náhuatl con un total de 260 días, cuyos nombres eran diferentes.
Adicionalmente, a cada día o tonalli le correspondía progresivamente uno de los llamados Nueve Señores de la Noche: Xiuhteuctli, Iztli, Piltzinyeuctli, Cinteotl, Mictlan teuctli, Chalchiuhtli icue, Tlazolteotl, Tepeyollohtli, y Tlaloc. De esta forma, a ce cipactli le tocaba Xiuhteuctli, y así sucesivamente, hasta completar los nueve días, que al cumplir tres lapsos formaban un ciclo lunar.
Además, en los códices, algunos días del calendario náhuatl estaban señalados con una huella de pie o xocpalmachiyotl, y se les llamaba días de huella de pie. Igualmente dividían el Tonalpohualli en cuatro grupos de 81, 49, 81 y 49 días.
Para medir el ciclo de la tierra, los nahuas usaron el calendario Xiuhpohualli, que consistía en asignar a cada año o xihuitl, un número y un signo. En este sentido, los números iban del 1 al 13 y los signos eran cuatro, a saber: Tochtli, Acatl, Tecpatl, y Calli. Así, un año tenía 365 días repartidos en 18 meses de 20 días cada uno, más cinco días de beneficio.
En concreto, a pesar que estos conocimientos fueron ocultados a los conquistadores, las investigaciones realizadas actualmente señalan que todo el pensamiento de estos pueblos está cifrado en el calendario náhuatl.
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