Rodeado de una sorprendente belleza natural, el Centro Ceremonial Mazahua ofrece un paisaje con aires históricos, que transportan a sus visitantes al mítico pasado de esta civilización. Así, el lugar más representativo para los mazahuas se ubica en la parroquia de Santa Ana Nichi, al suroeste de San Felipe del Progreso, en el estado de México.
Cómo surgió el Centro Ceremonial Mazahua.
En el año 1977, durante unas excavaciones realizadas en Santa Ana Ixtlahuaca, se encontraron varias evidencias arqueológicas de poblados que florecieron entre los años 900 y 1300 D.C.
Sin embargo, no existen registros de lo acontecido en ese lugar hasta el siglo XVII, que fue el momento cuando llegaron los primeros sacerdotes a San Felipe del Progreso.
Finalmente, bajo la premisa que había sido el sitio donde se desarrollaron los mazahuas, en el año 1980, el gobierno decidió construir el Centro Ceremonial Mazahua, a unos 35 kilómetros de aquel lugar, como un homenaje a este grupo étnico.
De esta manera, en este espacio que alberga parte de la historia de los mazahuas, se continúa cultivando la elaboración de sus artesanías y realizando las diversas ceremonias ancestrales cada semana.
Características del Centro Ceremonial Mazahua.
Desde su entrada, el centro ceremonial de la cultura mazahua se encuentra bordeado por un hermoso bosque de pinos y robles, el cual invita a una caminata en contacto con la naturaleza.
Asimismo, en el amplio lugar, atendido por los propios mazahuas, se muestran tres edificaciones donde se llevan a cabo los rituales, las asambleas y dos de los eventos más importantes del año, tales como la celebración del equinoccio de primavera y la conmemoración del día de los muertos.
Todos estos festejos son acompañados con elementos musicales, como la flauta y el tambor, usados para abrir el cosmo, además, junto al incienso, permiten lograr una armonía de las energías recibidas desde el más allá.
También en la parte central del Centro Ceremonial Mazahua, se ubica un museo que contiene muestras de los hallazgos arqueológicos y artesanías locales, los cuales ofrecen una profunda visión de las costumbres cotidianas este pueblo originario, como vestimentas, e implementos de pesca, caza y cultivo.
Adicionalmente, todo este paisaje donde se respira una profunda tranquilidad, se engalana con la presencia del venado de cola blanca, acompañado del trineo de los pájaros y el sonido del viento que viene de la montaña.
Con todo esto, el Centro Ceremonial Mazahua ha permitido la conservación de muchas tradiciones que por años fueron transmitidas en forma oral de una generación a otra.
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