Mostrando una maestría inigualable, las artesanías de los mazahuas se caracterizan por los inconfundibles bordados en sus tejidos, los cuales describen la historia de su pueblo y su entorno cotidiano.
Algunos aspectos de las artesanías de los mazahuas.
A lo largo de la historia, la producción de las artesanías mazahuas ha cumplido una doble función, por un lado, satisfacer las necesidades de la comunidad, y por el otro, reproducir la cultura. Así, se ha convertido en un medio de expresión simbólico que conlleva la concepción del mundo de esta etnia.
Al respecto, las mujeres han sido las principales encargadas de la elaboración artesanal, usando materiales como la lana y el algodón, en un proceso que comienza con la cosecha, pasa por el hilado y el teñido, hasta llegar a la confección en el telar de cintura.
Igualmente, en los característicos bordados hechos en lana o punto de cruz, se van describiendo una cantidad de conocimientos e historias, usando escenas de la vida cotidiana y figuras de plantas o animales; los cuales han pasado de madre a hija, por medio de la observación y la práctica.
Esta producción artesanal, se ha transformado en una importante alternativa generadora de ingresos de la economía familiar, tanto en las poblaciones originarias de la cultura mazahua como en algunas ciudades.
Las artesanías mazahuas como una estrategia de producción.
Generalmente, los trabajadores de las artesanías mazahuas viven en las poblaciones circundantes a San Felipe del Progreso, constituyendo esta actividad la principal fuente de ingreso de la población.
De esta manera, encontrándose asociados en cooperativas de producción, la mayoría salen a vender sus productos como vendedores informales, sin tener un lugar fijo para la venta.
Sin embargo, en algunos casos la elaboración de productos artesanales, están destinados a los intermediarios, quienes compran los artículos para revenderlos en las grandes ciudades a precios exorbitantes.
Los mazahuas se destacan en la elaboración de fajas, cobijas, morrales, bolsos, colchas, fundas, o los mantelitos conocidos como caritas, por sus típicos bordados de rostros en color azul o rojo.
Sin dejar de mencionar las populares muñecas María, que llevan su nombre en honor a la virgen, elaboradas minuciosamente en lana, poliéster, trapo y listones y formando parte de una tradición que envuelve un gran simbolismo.
Aunque también, fabrican las joyas más extraordinarias usando encajes de filigrana, cerámicas utilitarias con estilizados diseños, instrumentos musicales en madera, y las famosas cazuelas realizadas en barro crudo.
En síntesis, se puede concluir que las artesanías de los mazahuas formando parte de una tradición ancestral y una identidad étnica, se ha transformado en una actividad creativa generadora de ingresos para una comunidad minoritaria, brindándoles la posibilidad de relacionarse social y culturalmente con una población que muchas veces ignora el verdadero significado de esta manifestación.
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