Indudablemente, la majestuosidad del Cuzco se debe a los gobernantes que tuvo el Imperio, mejor conocidos como los 14 incas, sin embargo, la mayor parte de ellos pertenecieron a un mundo legendario, y solo a los cinco últimos, se les reconoce el levantamiento de este gran legado que se ha mantenido en pie durante siglos.
Asimismo, los relatos coloniales señalan que la dinastía incaica se dividió en dos bandos, Bajo Cuzco o Hurin y Alto Cuzco o Hanan, los cuales se sucedieron el reinado del Tahuantinsuyo en el transcurso del tiempo.
Cuáles de los 14 incas pertenecieron la dinastía Hurin.
La dinastía Hurin únicamente dominó la ciudad del Cuzco y sus alrededores, en este sentido, el primer monarca entre los 14 incas fue Manco Cápac, quien siendo hijo del dios Inti, fue un héroe de naturaleza semidivina y fundador la cuidad.
Le siguieron al trono, Sinchi Roca, conocido como el magnífico guerrero; Lloque Yupanqui, destacado por librar numerosas guerras por la permanencia del Imperio en el valle del Cuzco; Mayta Cápac, con extraordinarias habilidades militares que superaron a sus antepasados, extendió el dominio del Tahuantinsuyo hacia el sur; y el último gobernante de esta periodo, Cápac Yupanqui, quien inició las conquistas de Cuyumarca y Ancasmarcas, entre otros.
Los incas de la dinastía Hanan.
Durante la dinastía Hanan de la cultura Inca, se desarrolló la gran expansión del Imperio, así, el sexto gobernante, Inca Roca, estableció un mandato de unidad cívico-militar; posteriormente le siguieron al mando conformando una confederación local, Inca Yahuar Huácac, e Inca Huiracocha.
Entre los más destacados de los 14 incas, se encuentra Inca Pachacútec, quien fue el gran arquitecto que diseñó las monumentales construcciones que emergieron en el Cuzco, luego, lo sustituyó su hijo Amaru Inca Yupanqui, que por su debilidad de carácter fue derrocado por su hermano, Túpac Inca Yupanqui, un joven militar que desplegó el apogeo del Imperio con la conquista de los territorios del norte, de la costa y del sur, los cuales anexo al Tahuantinsuyo; seguidamente, su hijo menor, Inca Huayana Cápac, convirtió a Quito en la segunda capital del Imperio, sin embargo, antes de su muerte y presagiando el dominio de las tierras incaicas por otra raza distinta, dividió el mando entre sus dos hijos, Huáscar en el Cuzco y Atahualpa en Quito.
Conforme a ello, Huáscar desató una guerra civil contra su hermano Atahualpa, quien lo derrotó en la batalla de Cotabambas, no obstante, luego de proclamarse el último de los 14 incas, Atahualpa fue capturado en 1532 por Francisco Pizarro y ejecutado un año más tarde, dando fin al grandioso Imperio Inca.
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