Con un estilo propio que se conservó a lo largo de toda su historia, las pinturas egipcias se distinguieron por su carácter simbólico, funerario y religioso.
Características de las pinturas egipcias.
Constituyendo las pinturas egipcias, un antecedente de lo que sería la técnica del fresco, los egipcios unían pigmentos extraídos de tierras de diferentes colores, mezclados con clara de huevo y agua, para poder aplicarlos sobre los muros revestidos por una capa de yeso. Así, sus destrezas artísticas abarcaron procedimientos como el fresco, la témpera, el encerado, y el esmalte en joyas, con colores vivos y variados.
La aplicación de la pintura en la cultura egipcia, se realizaba pintando los contornos de las figuras en ocre o rojo, y coloreando el fondo en amarillo o blanco, luego se cubría la superficie de los personajes con colores vivos, pero planos sin mezclas ni sombras.
Generalmente las pautas del arte pictórico egipcio fueron las siguientes:
- Los personajes eran representados con el rostro, brazos y piernas de perfil, mientras que el tronco y el ojo de frente.
- Las imágenes importantes siempre eran más grandes, mostrando actitudes solemnes e inexpresivas, por ejemplo, el faraón se dibujaba más alto que otros personajes y del mismo tamaño que los dioses.
- No existía la profundidad, además, el color de piel de los hombres constantemente era más oscura que el de las mujeres.
- Se representaban en casas, templos y tumbas, donde aparecían imágenes relacionadas con la muerte o la resurrección en el más allá.
Periodos de las pinturas egipcias.
Aunque las pinturas egipcias se originaron con la cerámica, en las cuales usaban motivos muy simples con colores terrosos naturales, éstas se fueron desarrollando a través de los diferentes periodos del Imperio del Antiguo Egipto.
Antiguo.
Destacando el bajorrelieve los temas comunes en las tumbas egipcias fueron la representación de la vida cotidiana, tales como preparación de alimentos, escenas agrícolas, elaboración de joyas, y también de la naturaleza, con la finalidad de que pudieran ser recreadas en la otra vida. Unos de los ejemplos más claros de los bajorrelieves se ubican en la mastaba de Ti.
Medio.
A pesar de seguirse usando el bajorrelieve para decorar las paredes de los salones mortuorios, como las tumbas de Asuán, aparecen algunas novedades que incluyen la decoración de sarcófagos, narrando mediante jeroglíficos egipcios leyendas mitológicas o rituales funerarios.
Nuevo.
Los murales de las cámaras funerarias son pintados con relatos del Libro de los Muertos como en la tumba de Nefertari, y escenas de la vida cotidiana que servirían de entretenimiento al fallecido en la otra vida.
Demarcando su propia historia, la cultura egipcia dejó plasmado en sus pinturas su forma de ver la vida, y una marca imborrable en la historia de la humanidad.
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