Los templos chinos son el testimonio de una cultura donde la religión y el pensamiento han ido de la mano desde hace siglos. Así, como el confucianismo o el taoísmo nacieron en el país asiático, y el adoptado budismo tomó una personalidad propia, se levantaron en todo su territorio santuarios formidables de esta sacra trilogía.
El Templo de Confucio.
Ubicado en la provincia de Shandong, es el templo más extenso y conocido del este asiático, que se extiende sobre una superficie de 16 mil metros cuadrados, contando con un total de 460 habitaciones. Siendo las principales estructuras, las puertas de Lingxing, Shengshi, Hongdao, Dazhong, Dacheng, además, trece pabellones de estelas, el arco de Mu Tian Di, y las salas Kuiwen, Dacheng, Resting.
Importantes templos chinos del taoísmo.
Entre los numerosos templos chinos, las construcciones taoístas son conocidas con el nombre de guan, distinguiéndose por estar en lugares rodeados de naturaleza, e integrando los conceptos del ying y el yang, en armonía con ella.
Entre algunos templos taoístas encontramos:
El Templo del Cielo.
Situado a tan solo tres kilómetros de la conocida plaza Tiananmén en Beijing, es un enigmático lugar inspirado en un concepto que une lo terrenal con lo celestial, transmitiendo una sensación de cercanía con el cielo. Así, está conformado por varios recintos, entre los que destacan el Salón de Oración de las Buenas Cosechas, la Bóveda Imperial y el Altar Circular, unos deslumbrantes espacios que han hecho posible que forme parte del Patrimonio de la Humanidad desde 1988.
Zhongyue.
Un santuario que se creó en el siglo III A.C. en las montañas sagradas de Songshan, ubicadas en la provincia de Henan. Constituyendo el primer templo dedicado al Tao, es un monumento nacional de la cultura china, que consta de 11 edificios que incluyen la Puerta de Zhongua y el Pabellón de Tianzhong.
Algunos templos chinos del budismo.
Como se mencionó anteriormente, el budismo al entrar en esta cultura tomó un estilo marcadamente chino, de acuerdo a ello, los templos chinos budistas se construyeron generalmente en las montañas, alejados de las ciudades. Destacándose entre muchos, el Templo Famen de Shanxi, por la celebración de las reliquias del Buda Gautama. Otros que no se deben pasar por alto, son el Templo Wanfo, el Templo Puning, y el Templo de Buda de Jade.
Igualmente, existen templos chinos que bajo el sincretismo albergan estas tres creencias, como es el caso del majestuoso Templo Colgante, que construido con el talento humano en combinación con la belleza natural, nos demuestra una vez más, la indescriptible cultura China.
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