A pesar de tener altos ingresos, hoy en día la economía árabe no está considerada en el rango de desarrollo sustentable dentro de los parámetros internacionales. Al contrario, el mundo arábigo se caracteriza por tener una abismal diferencia económica entre los países que lo integran, sumado a un constante ambiente de incertidumbre político y social en algunos de sus territorios.
Características regionales de la economía árabe.
En términos generales, siempre que se habla de la economía árabe, lo primero que sale a relucir es el petróleo, pero la mayoría de estos países no producen este hidrocarburo, con esta gran diferencia de riqueza que los caracteriza, los países árabes pueden ser englobados de la siguiente manera:
Países ricos productores de petróleo:
Arabia Saudita, Bahréin, Qatar, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Libia y Omán, los cuales sobrepasan el 40% del PIB del mundo árabe.
Naciones intermedias productores de petróleo y gas:
Argelia e Irak, que poseen problemas internos o conflictos bélicos con crisis importantes.
Estados en situación media-baja:
Los que producen petróleo, minería, energía, cultivos y textiles: Túnez, Siria y Jordania, que al igual padecen de disputas político-sociales fuertes.
Territorios más pobres:
Generadores de agricultura, ganadería, pesca, industrias, servicios, y pequeños yacimientos petroleros: Marruecos, Egipto, Líbano, Mauritania, Sudán y Yemen, que suman el 20% del PIB de la región, y en donde sus habitantes poseen una mala calidad de vida.
Las causas de la disparidad en la economía árabe.
Esta gran desigualdad en la fuente de riquezas entre los países hermanos de la cultura árabe ha alentado el resentimiento entre los más pobres que padecen de dependencia alimentaria por escasez de tierras agrícolas, la existencia de una industria frágil y una burocracia excesiva por parte del Estado que dispone de los medios de producción.
Sin embargo, la mayoría de las pocas naciones de la economía árabe que poseen grandes riquezas, tampoco han adoptado correctas políticas para protegerse de las variaciones de los precios del crudo en el mercado, además, no han administrado correctamente las ganancias por este concepto, en este caso, solo hay tres excepciones aisladas que representan un ejemplo de desarrollo sustentable como Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y Qatar.
Durante los últimos años varias naciones árabes lograron cambios políticos significativos, derrocando a mandatarios que con vil egoísmo se apoderaban de las ganancias petroleras para su propio beneficio, aunque las mejoras no han sido sustanciales, se deben corregir las debilidades de la economía árabe para que su futuro sea promisorio.
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