La cultura zapoteca se vio desenvuelta en sus tiempos remotos, siempre bajo un sistema dual. Las marcadas referencias de duplicidad en todo lo que es su vida, al igual que en el ámbito social, no va a dejar de hacerse presente en cuanto a la organización política de los zapotecas. De esta manera, para la gobernabilidad existía el mandato practicado por la nobleza, con una especie de Rey, y la dirección por parte de los sacerdotes.
Doble carácter de la organización política de los zapotecas.
Bajo esta modalidad, es propuesta una representación gubernamental del tipo Monárquica, encarnada por el Gocquitao o Rey.
Quien podía hacer las veces de sucesor en el trono, debía ser engendrado obligatoriamente por el Rey de turno, pero en mujer que fuera hija de un adalid o jefe guerrero. Esto blindaba en muchos aspectos la hegemónica participación de los zapotecas en su organización política.
Al mismo tiempo operaba en el gobierno otro mando, autoridad o señorío, que no es otro que el regentado por la Casta Sacerdotal, lo que confiere al sistema organizativo político zapoteca de tipo teocrático, que de igual forma solo podía estar conformado por individuos con origen zapoteco.
La realidad de la organización política del pueblo zapoteca.
Este sistema dual de los zapotecas nos hace pensar que existían dos tipos de puntos de vista para el ejercicio de la gobernabilidad, sin embargo, en la realidad solo preponderaba una visión y ordenamiento de tipo teocrático en la organización política zapoteca.
Esto es claramente palpable tras el análisis de las siguientes reglas y patrones:
- Quienes prestaban amparo y valimiento al rey eran los sacerdotes, acompañados por la protección militar, es decir, por las otras altas jerarquías incluidas en el orden social y la organización política de los zapotecas.
- La organización teocrática estaba revestida de carácter divino, debido a que la autoridad suprema giraba en torno a un Dios que debía ser objeto de adoración.
- Los miembros de la clase sacerdotal se consideraban conexos a la deidad del pueblo, estando obligados a mantener una condición célibe. Desempeñaban funciones de jueces supremos de ese feudo y se encontraban recluidos y a resguardo dentro del palacio.
- Las relaciones con los otros miembros de la comunidad se regían por normas de carácter religioso-jerárquico, no impuestas por leyes, pero basadas en ilaciones de notoriedad para la obtención de esos cargos jerárquicos en el sistema organizativo político zapoteca.
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