Constituyendo una de las modalidades más sobresalientes de la arquitectura residencial, la villa romana, no solo fue una extensa propiedad lujosa de la aristocracia, sino más bien, el reflejo del modelo cultural, social, económico y organizacional de la Antigua Roma.
Cómo era la villa romana
La villa romana era una casa de campo utilizada con fines residenciales y agropecuarios, de esta manera, se combinaba el disfrute y recreación con la funcionalidad, así como el reposo con el negocio.
Por ello, su ubicación era elegida cuidadosamente tomando en cuenta, un clima propicio, tierras fértiles, proximidad a fuentes de agua o ríos, y con una buena comunicación, todo ello integrado a un hermoso paisaje.
Así, su estructura comprendía la vivienda del propietario asentada en un lugar elevado, que siguiendo el esquema básico de la domus romana, contenía un gran patio central, alrededor del cual se distribuían las diferentes estancias, como los dormitorios, el comedor, la cocina, el despacho, entre otros.
Adicionalmente, incluía las viviendas de los empleados e instalaciones destinadas a la explotación productiva o al almacenamiento de la producción, sumando, termas, paseos porticados adornados con esculturas o fuentes, terrazas con vistas panorámicas, jardines, y hasta estanques con peces.
En consecuencia, consistía en el modelo de propiedad latifundista de la cultura romana, conformado por los propietarios aristócratas y su servidumbre, resultando una unidad económica autosuficiente, capaz de generar los recursos necesarios para mantener un alto grado de independencia.
Cuáles eran los tipos de villas romanas
Generalmente la villa romana era particularmente rural, debido a que se encontraban en las afueras de la ciudad, en virtud de ello, se caracterizaban los siguientes estilos:
- VILLAS SUBURBANAS
Localizadas en las inmediaciones de la metrópoli, se trataba de residencias lujosas destinadas al descanso familiar de las agitadas actividades citadinas. Entre los claros ejemplos se encuentra la Villa de los Misterios en Pompeya.
- VILLAS RUSTICAS
Situadas en el campo, estaban dedicadas a la explotación productiva, tales como la Villa de Casale en Sicilia, la Villa de Carrenque en Toledo, y la Villa Settefinestre en Toscana.
- VILLAS IMPERIALES
Siendo las más espectaculares, eran los paradisíacos lugares residenciales de los emperadores romanos, destacando la Villa Jovis de Tiberio en Capri, la Villa Adriana en Tivoli, la Villa Licinio Lúculo en Nápoles, y la Villa de Nerón en Lazio.
Concluyendo, la villa romana no solo fue un lugar de descanso de los ricos propietarios, sino por su funcionalidad como un gran centro de explotación agrícola diseminado por todo el Imperio, se convirtió en un factor clave para la economía de la Antigua Roma.
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