Configurándose como un verdadero monumento de la ingeniería, el anfiteatro romano, mucho más que el ruedo de sangre y arena entre numerosos gladiadores, fue una poderosa herramienta para controlar a las masas y una manera para proclamar la dominación de Roma sobre el mundo.
Asimismo, en estos vastos edificios con forma elíptica y pisos escalonados, organizados alrededor de una arena, se presentaban los espectáculos más excepcionales y despiadados, envueltos en una atmósfera de esplendor y grandeza.
Breve reseña histórica del anfiteatro romano
En sus inicios, el anfiteatro romano era construido en madera, posteriormente, se comenzó a emplear el ladrillo y la piedra, adquiriendo grandes dimensiones, con considerables alturas de unos 57 metros y decoraciones deslumbrantes.
Conforme a ello, el primer anfiteatro romano fue levantado bajo las órdenes de Cayo Escribonio Curión, cuando en honor a la celebración fúnebre de su padre, se construyeron dos teatros semicirculares de madera asentados sobre soportes móviles, en los cuales se representaban simultáneamente dos obras teatrales, que al momento de terminar, giraban sobre su eje para formar un solo espacio ovalado, en donde se iniciaba el combate de gladiadores.
No obstante, durante el mandato de Augusto se construyó por primera vez el anfiteatro romano en piedra, el cual fue destruido por el famoso incendio ocurrido en Roma en el periodo de Nerón.
A raíz de ello, se decidió reemplazarlo por edificaciones similares a lo largo de todo el Imperio, surgiendo el anfiteatro romano de Pompeya, en el año 70 A.C., y un siglo más tarde, el Coliseo Romano, siendo dos firmes ejemplos de estos monumentos que ofrecían los grandiosos espectáculos de esta civilización.
Cuáles eran los espectáculos del anfiteatro romano
El anfiteatro de la cultura romana brindaba varios tipos de distracciones, pero el preferido de la sociedad era el combate de gladiadores.
En este sentido, un hombre podía convertirse en combatiente, si estaba condenado a muerte, si era un esclavo castigado por su dueño, o si era un ciudadano libre que había renunciado a sus derechos, de esta manera, realizaban un juramento donde afirmaban la entrega de sus cuerpos y almas en la lucha.
Otros espectáculos del anfiteatro romano eran las ejecuciones a muerte de varias víctimas atadas y atacadas por una manada de fieras hambrientas, las personas quemadas vivas o crucificadas, los simulacros de batallas navales o naumaquias, y las luchas de hombres con fieras salvajes, conocidas como venationes.
Los anfiteatros romanos usados en la actualidad
Entre los 230 anfiteatros encontrados en todo el territorio del Imperio Romano, por supuesto, el más resaltante y espectacular, es el famoso Coliseo, sin embargo, muchos de ellos estando en un buen estado de conservación, son usados ocasionalmente para celebrar algunos eventos, tales como:
VERONA ARENA
Ubicado en ciudad italiana de Verona, constituye el anfiteatro romano mejor conservado en la actualidad.
De esta forma, desde su construcción en el siglo I, presenta una fachada compuesta por tres pisos de arcos en piedra blanca y rosa, con 64 entradas y una capacidad para albergar a 30 mil personas; además, su gran acústica, lo han convertido en el lugar ideal para realizar presentaciones de ópera y conciertos de pop-rock.
PULA ARENA
Terminado en el año 27 A.C., este antiteatro romano construido en una pendiente, se localiza en Croacia, asimismo, se encuentra entre los seis más grandes del planeta, con una longitud de 132 metros que puede acoger hasta 23 mil espectadores.
Aunque durante el Imperio, en este recinto se suspendieron las presentaciones por algunos eventos de violencia, actualmente, está adaptado para presentar obras de teatro, ceremonias militares y hasta partidos de hockey profesional.
Al fin de cuentas, el antiteatro romano como una estrategia para mantener a la población entretenida, funcionó durante mucho tiempo, llegando a formar parte de la identidad de esta gran cultura.
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