Casi aislada y envuelta por un mundo místico cuyos protagonistas provienen de la propia naturaleza, la cultura huichol, se ha mantenido integra ante cualquier influencia ajena a sus creencias hasta nuestros días.
Así, los huicholes pertenecen a una encantadora etnia milenaria, con un gran respeto por el medio ambiente que les rodea, el cual se refleja en una filosofía repleta de fabulosas leyendas.
Por otra parte, los indígenas de estos pueblos consideran que el término huichol, como son llamados desde la época precolombina, es una manera despectiva para referirse a ellos, quienes se autodenominan wixarica, un término que significa gente, en su lengua perteneciente al grupo corachol.
Ubicación de la cultura huichol.
Asentados en la Sierra Madre Occidental mexicana, la cultura huichol, con una población estimada de casi 44 mil personas, está distribuida diseminadamente en los municipios Mezquitic y Bolaños, al norte del estado de Jalisco, así como también, en las jurisdicciones de La Yesca y Nayar, del estado de Nayarit, y unos grupos minoritarios en los estados de Zacatecas y Durango.
De esta manera, se extienden en un territorio que alcanzando los cuatro mil kilómetros cuadrados, en algunas ocasiones, es cuidado con mucho recelo, por ejemplo, en Jalisco, los wixaritari han impedido la permanencia de personas mestizas en sus espacios.
Igualmente, la región de los huicholes se encuentra dividida en cinco grandes localidades autónomas, con sus propias autoridades civiles y religiosas, como: San Andrés Cohamiata, Santa Caterina Cuexcomatitián, San Sebastián Teponahuaxtlán y Tuxpan de Bolaños en Jalisco; además, Guadalupe Ocotán en Nayarit.
Sin embargo, la intricada zona geográfica habitada por la cultura huichol, ha limitado a sus pobladores a tener una óptima calidad de vida, en este sentido, los servicios son muy escasos, como la existencia de pocos caminos de acceso, el agua potable se extrae de pozos, la leña es el principal combustible y una insuficiente presencia de personal médico, entre otras dificultades.
Cómo se originó la cultura huichol.
Según arrojan los estudios de los historiadores y antropólogos, la cultura huichol, llegó a la serranía mucho tiempo después que los tepehuanes.
Dicha aseveración, se basa en el periodo de la conquista, cuando muchos pueblos indígenas huyeron hacia la Sierra Madre Occidental, para escapar de la destrucción dejada por las tropas españolas.
Conforme a ello, al ser la sierra un lugar inaccesible que no pudo conquistar la colonia, fue el lugar de protección de los pueblos wixaritari, quienes encontraron el refugio perfecto a unos 2.700 metros de altura en medio de la naturaleza, por esta razón, vivían amando, rezando y cantando, a la madre tierra y al padre sol.
Ahora bien, de acuerdo a la mitología, el origen de la cultura huichol, se gestó cuando los dioses salieron del mar de Nayarit en un largo recorrido por el desierto hasta las serranías, de esta manera, en el largo camino atravesaron las tinieblas y encontraron la luz, sin embargo, muchos dioses que no llegaron, quedaron convertidos en piedras, manantiales y pequeños cerros.
Todo ello, conforma una historia entretejida con las diversas manifestaciones artísticas, las cuales determinan, tanto los lineamientos sociales, como los religiosos.
Organización sociopolítica de la cultura huichol.
Tratando de preservar la antigua estructura prehispánica, la actual organización sociopolítica de la cultura huichol, está mezclada con algunos matices impuestos por otros grupos misioneros, en este sentido, se rigen por medio de una serie de oficiales que son rotados en las ceremonias celebradas en enero de cada año.
En efecto, estas autoridades son una casta de chamanes, guerreros espirituales y misteriosos hechiceros, los cuales librando batallas en el plano sobrenatural, con la finalidad de encontrar la solución a los problemas terrenales o divinos del pueblo, conforman la Unión de Comunidades Indígenas Huicholas, siendo sus miembros principales, los siguientes:
- Mara’akame: reconocido como el que sabe, precisamente, su cargo está ligado a una vida llena de aprendizajes y conocimientos heredados de sus predecesores, los cuales deberá transmitirlos en la preparación a los nuevos chamanes, con el único fin, de mantener vivo el pensamiento del linaje sagrado.
- Matewame: describiendo a el que sabrá, son los nuevos religiosos que mantendrán vigentes las sabidurías aprendidas.
- Kawitero: habiendo cumplido con las obligaciones civiles y religiosas, cuentan con la sapiencia de las tradiciones de la cultura huichol, es por ello, que son las personas más respetadas dentro de la sociedad, y tienen el honor de elegir a los miembros del gobierno tradicional cada año; un acto que se efectúa intercambiando varas de madera, conocidas como bastones de poder.
- Taotani: encabezando el gobierno y ejerciendo una función de carácter judicial, juega un papel importante en la toma de decisiones de la comunidad.
Adicionalmente, el Taotani tiene a su cargo otros funcionarios como el juez, el alcalde, los tenientes, los delegados, y los topiles, cuya función es velar por el orden público y servir de mensajeros; también, existen otros oficios religiosos, que son asignados a cada templo.
Las creencias religiosas de la cultura huichol.
Para la cultura huichol, la madre tierra o wimakame, y el padre cielo o yuawi, son elementos sacros, en virtud de ello, la religión wixárica es una de las pocas creencias prehispánicas con una mínima influencia católica, existente en México.
Así, este sistema dogmático tiene cuatro deidades principales, como: el maíz, las águilas, los ciervos y el peyote, los cuales descienden del sol o tau.
Cabe destacar, que la wixárica forma parte de la identidad de los huicholes, estando presente en todas sus acciones y costumbres cotidianas como la vestimenta, la vivienda, la alimentación, las actividades económicas, e incluso, se expande en su arte, donde expresan miles de historias que narran la cosmogonía en fantásticas piezas coloridas plagadas de creatividad.
Generalmente, los actos religiosos de la wixárica, se llevan a cabo en el monte Quemado, en San Luid de Potosí, un espacio dividido en dos partes, una sección para las mujeres, y la otra, para los hombres.
Este sacro lugar es utilizado por los huicholes para el baile o la música, interactuar socialmente y realizar rituales que incluyen la comunicación con los dioses.
Además, en sus celebraciones acostumbran a pintarse la cara con dibujos simbólicos, y a utilizar elementos como los muwieris o palillos adornados con plumas, el extracto del peyote con fines medicinales para el alma y el cuerpo, la figura instrumental conocida como el Ojo de Dios, y el nierika, como un instrumento de defensa contra las tentaciones que puedan emerger durante el ritual, e inclusive para generar la conexión entre el presente y el pasado.
Al respecto, si hay una regla de oro en la religión de la cultura huichol, es respetar a los antepasados e imitarlos en sus acciones, para así evitar la ira de los dioses.
Cuáles son los elementos de la mitología de la cultura huichol.
La mitología de la cultura huichol constituye un conjunto de relatos acerca de su concepción del mundo y su cosmogonía, las cuales han trascendido a través de los tiempos de forma oral.
Justamente, los dioses que conforman el panteón de los wixaritari, tienen un papel fundamental dentro de la trama de estas leyendas, por ejemplo, la deidad Tututzi Maxa Kwaxi o nuestro bisabuelo cola de venado, quien encabeza el árbol genealógico de los dioses, representa la esencia que se encuentra en cualquier elemento material o etéreo del universo.
A la vez, le siguen en orden de importancia, la pareja compuesta por Nairy, el dios del fuego y Takutzi Nakawe, la diosa de la tierra.
Seguidamente, los hijos de esta dupla divina, son los representantes de la vida, Tayau o nuestro padre sol y Tatei Wexica Wimari o nuestra madre águila, quienes a su vez, tienen un hijo llamado Tamatzi Kauyumari o nuestro hermano mayor venado azul, quien se manifiesta de diferentes formas, como la deidad del amanecer y la aurora, dios de los arqueros o del viento.
De tal manera, Tamatzi es el dios más importante de la mitología de los huicholes, casi semejante al Quetzalcóatl de los aztecas.
Igualmente, no se pueden dejar de mencionar otros dioses, como Nia’ariwamete o serpiente del agua, Tatei Namakate Uteanaka madre de las deidades del maíz, y los cinco cazadores cósmicos Ututawi, Tutuhauki, Tzipurawi, Wewetsari y Pitsiteka, los cuales están relacionados directamente con las cinco direcciones del universo, a saber, norte, este, oeste, sur y centro, respectivamente.
Consideraciones de la actual cultura huichol.
Asombrosamente, penetrar a la cultura huichol en la actualidad, significa encontrarse ante un fantástico mundo de costumbres ancestrales que se han mantenido intactas a través del tiempo, en donde, se practica la agricultura, la caza y la pesca, solamente para el autoconsumo, así como también, viviendas construidas con adobe o piedras, recubiertas con lodo y techos de paja.
No obstante, en los últimos años las constantes sequías, han originado una fuerte migración hacia las ciudades. Igualmente, la construcción de presas hidroeléctricas y la explotación minera en los sitios sagrados de esta etnia, han generado que los huicholes se refugien en barrios citadinos, provocando una pérdida de sus tradiciones.
Aun así, los vigentes pobladores de los territorios de la cultura huichol, manteniendo un profundo respeto por sus creencias, por elección propia, viven libres sin electricidad y casi sin contacto con el mundo moderno.
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