Seguramente la cultura Huasteca fue una de las más importantes de Mesoamérica, pero algunos paradigmas la hacen que sea una de las más desconocidas.
El origen de esta civilización se remonta al año 1000 A.C., en la región mexicana que actualmente lleva su nombre. Puesto que se extendió a lo largo de los estados de Veracruz, San Luis Potosí, Hidalgo, Tamaulipas, Querétaro y Puebla. Resultando esta franja costera del Golfo de México, una buena zona de asentamiento con un clima cálido y abundante fauna.
Como una etnia descendiente de los mayas, los huastecos se autonombraron como teenek, que significa gente de aquí. La lengua de la cultura Huasteca es de raíces mayas, la misma que actualmente se continúa hablando, ya que este pueblo se negó a desaparecer con la conquista española, y aun sus descendientes habitan en esta región.
La aguerrida historia de la cultura Huasteca.
Se presume que los teenek surgieron de un grupo maya que migraron hacia el noreste del Golfo de México, luego de la invasión de los aztecas y totonacas. Con ello, los más antiguos pobladores de la cultura Huasteca, se encontraban dispersos en pequeñas aldeas.
Es a partir del año 200, que esta cultura toma características particulares, logrando sobresalir en la arquitectura. Años más tarde lograron construir la ciudad de Tamohi, que se convirtió en un centro ceremonial.
Cerca del año 1450, los teenek fueron derrotados por las aztecas, quienes estaban bajo el mando de Moctezuma I. A partir de ese momento, los huastecos tuvieron que empezar a pagar tributo al Imperio Azteca, pero aun así, mantuvieron un gobierno local.
Para el año 1519, a la llegada de los españoles, esta civilización se encontraba dividida en dos señoríos independientes. En primera instancia, los huastecos arrasaron violentamente los asentamientos españoles y exterminaron a sus pobladores, pero en 1525, los conquistadores lograron ocupar definitivamente la zona.
La conquista española impuso la adopción a la fe católica, y muchos huastecos fueron vendidos como esclavos en el Caribe. Por consiguiente, algunos indígenas que consiguieron escapar de este destino, se asentaron en las serranías de la región Huasteca. Finalmente, con el pasar del tiempo, ambas comunidades lograron convivir pacíficamente, cada una regida por sus propias leyes.
Fue en el siglo XVI, que los latifundistas mestizos presionaron a sus gobernantes para que les cedieran los territorios indígenas.
Cómo era el sistema político de la cultura Huasteca.
La cultura Huasteca se caracterizó por tener un gobierno teocrático, con la siguiente organización política:
- Caciques, sacerdotes y militares.
- Nobles y guerreros.
- Comerciantes y artesanos.
- Agricultores
En esta cultura, el mando estaba en poder de los caciques, quienes gobernaban varios pueblos, y aunque no se relacionaban entre sí, unían sus fuerzas ante cualquier peligro o amenaza externa.
El poder era hereditario, transfiriéndose a la muerte del cacique, siendo el sucesor, el descendiente masculino adulto más cercano. Si el sucesor no llegaba a una edad madura, se nombraba un gobernador regente, en caso de no existir descendientes, se elegía un pascole o indígena principal.
De acuerdo a los hallazgos, el cacique practicaba la poligamia, y sus cabezas eran anchas y alargadas, algo que conseguían de manera artificial. También este puñado de pueblos dispersos gobernados por caciques, no llegaron más allá de ser simples señoríos.
La economía en la cultura Huasteca.
Los aztecas llamaron Tonacatlapan al territorio donde se asentaba la cultura Huasteca, que significa tierra de comida. En este sentido, ellos creían que estas tierras eran muy fértiles, debido a la gran cantidad de plantas cultivadas.
Ciertamente en las cálidas tierras hacia la costa del Atlántico, existían cultivos de maíz, calabacines, frijoles, calabazas, chiles, yucas, batatas. Esto debido a que practicaban la agricultura de temporal, que iniciaban con el ciclo pluvial en tierras previamente quemadas.
Otra actividad que ocupó un lugar predominante en esta cultura, fue la recolección de arum, chiles pequeños, frutos silvestres, miel, ostras, mariscos y sal. Igualmente, la caza fue fundamental, no solo para el sustento alimenticio, sino para sus usos en accesorios estéticos y rituales.
Hoy en día, la agricultura forma parte esencial de la cultura Huasteca, así cultivan sorgo, maíz, café, naranja, aguacate, mango.
El aspecto religioso de la cultura Huasteca.
La religión en la cultura Huasteca fue de carácter politeísta, de esta manera, adoraban dioses polimorfos, es decir, con figuras de hombres, animales y cosas. También se encuentran deidades relacionados con las enfermedades, muerte, vida, danza, música, viento, tierra, agricultura, nacimiento, sol y luna.
Entre los principales dioses se hallan:
- Tlazoltétotl, manifestaba a la diosa de las cosechas.
- Teteoinam, representaba la madre de los dioses.
- Xochiquetzal, figuraba como la diosa del amor y las flores.
- Cipak, era la deidad benéfica que les había enseñado el cultivo del maíz.
- Ehécatl, se presentaba como el viento del norte que traía la lluvia, estaba muy ligado a Quetzalcóatl.
Los ritos de la cultura Huasteca se centraban en torno al cultivo del maíz, el trabajo de reproducción y siembra.
Dentro de las creencias de los teenek, el mundo sobrenatural sirvió para dar respuesta a las principales preguntas, por lo tanto, desarrollaron una religión propia, y basándose en la cosmovisión crearon una idea acerca el origen del universo.
De acuerdo a ello, en un tiempo donde solo existía el mar y la oscuridad, los dioses tomaron un pez, lo partieron en dos, con una mitad crearon el cielo y con la otra la tierra.
El cosmos huasteco estaba compuesto de tres planos:
- Inferior, habitado por los muertos y las deidades de cualidades frías.
- Intermedio o plano terrestre, poblado por los seres humanos.
- Superior, era el lugar donde vivían los dioses de naturaleza caliente.
Con la llegada de la conquista, estas creencias fueron transgredidas, por lo que los huastecas, tuvieron que reinterpretar la religión impuesta a la suya.
Los centros ceremoniales de la cultura Huasteca.
A pesar de que la cultura Huasteca ocupó una extensa región, hasta ahora solo se han descubierto dos centros ceremoniales:
Tamtoc.
Representa un asentamiento de la cultura Huasteca, en la ciudad de Tamohi, que congrega aproximadamente 70 estructuras de planta circular, destacando una plaza central rodeada de edificaciones que varían hasta los 36 metros de altura.
Este centro ceremonial que posee una extensión de 210 hectáreas, fue el más importante de los teenek, por sus dimensiones. Una de la característica que la distingue, es la notable presencia femenina, en cuanto a que los entierros y figurillas de arcillas encontradas son de mujeres.
La mayor parte de la ciudad se construyó con tierra, encontrándose muchas de las edificaciones sobre plataformas para evitar inundaciones. Así, la distribución de los principales conjuntos con funciones cívicas, religiosas y habitacionales, se realizaron en base a estas elevadas plataformas.
Entre las principales estructuras están: el Tizate, Paso Bayo, la Noria, y la Gran Laguna de los Patos. Gran parte de las estructuras religiosas construidas en Tamtoc fueron dedicadas al culto de Quetzalcóatl.
Teayo.
Corresponde a otro centro ceremonial huasteca en Veracruz, en donde se encuentra una edificación piramidal de 11 metros de altura. Su base tiene tres cuerpos superpuestos y una escalinata que dirigen a un templo ubicado en la parte superior.
Esta construcción es considerada una de las pocas de su tipo, ya que tuvo una fuerte influencia en toda Mesoamérica. Razonamiento basado en que la estructura de origen tolteca, también presenta una fuerte influencia huasteca e incluso azteca.
La cultura Huasteca y sus manifestaciones.
Las diferentes manifestaciones que caracterizaron a la cultura Huasteca, fueron las siguientes:
Cerámica.
En el arte cerámico, comenzaron a tener auge a partir del período clásico, con una clara influencia de culturas como la maya o la azteca, distinguiéndose por la siguiente variedad de estilos:
Figurillas huastecas, se caracterizaron por sus piernas abultadas, cintura pequeña y la cabeza deformada.
Pasta fina, diferenciadas por su acabado y dureza, eran pintadas en color café rojizo y un toque de blanco o simplemente decoradas en colores negros, rojo, gris.
Las Flores, fueron las más notables de todos los estilos cerámicos, mostrando una estrecha influencia maya. Destacaban por su pintura de color rojo sobre café amarillento o purpura sobre café.
Tancol, reconocidas porque eran decoradas en color negro sobre blanco o café sobre amarillo.
Arquitectura.
Lo más destacado de la arquitectura de la cultura Huasteca es la demostración de sus conocimientos en astrología, de esta forma, la mayoría de las construcciones piramidales estaban orientadas hacia la salida y puesta del sol.
Los materiales de construcción empleados fueron la grava, arena, arcilla quemada, capas de lajas como revestimiento y piedras para las escalinatas.
Escultura.
Es el medio artístico más impresionante de los huastecos, presentando rasgos diferenciales a otras culturas mesoamericanas. En ellas representaron la cosmovisión y dioses o personalidades importantes de su cultura ligados con la sexualidad. Generalmente eran hechas con arenisca y una roca sedimentaria compuesta de arena con cuarzo. Entre las más destacadas están el Adolescente Huasteco, la Apoteosis, la Sacerdotisa y la Venus de Tamtoc.
También sobresalieron en la elaboración de tejidos de algodón, bisutería con conchas de mar y algunos murales pintados en Tamohi, igualmente fueron admirados por su habilidad en la música, que finalmente dio origen al huapango, un género musical de México.
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