Aunque la cultura Lambayeque se formó a raíz de la decadencia de los moches, asimiló gran parte de sus conocimientos y tradiciones, perfeccionándolos aún más.
También conocida como cultura Sicán, se desarrolló entre los años 750 y 1375 D.C., en la costa norte de Perú. Específicamente, abarcó el área comprendida entre los valles de Motupe y Jequetepeque, de los actuales departamentos de Lambayeque y Libertad.
Aspectos de la cultura Lambayeque.
Esta cultura tuvo como base un estado teocrático, con una estructura social gobernaba por una élite de descendencia divina. Cuyo centro político-religioso inicialmente se asentó en Batán Grande, y posteriormente trasladado a Túcume. El resto de la sociedad se encargaba de labores administrativas, artesanales y agrícolas.
Económicamente la cultura Lambayeque se sustentó en una agricultura intensiva del maíz, algodón, frijol, calabaza, yuca y papa. Construyendo para ello un sistema hidrológico que logró articular las cuencas de los valles de La Leche, Lambayeque, Chancay y Reque.
Por otra parte, los lambayeques poseían una leyenda mitológica relacionada con su origen. Conforme a ello, el gran rey Naylamp había llegado en una balsa por mar, acompañado de un cortejo. Este monarca traía consigo un ídolo de jade verde llamado Llampayec, que fue colocado dentro del templo Chot, construido para tal fin.
La palabra Llampayec le otorgó el nombre a la cultura Lambayeque, mientras que el hombre de los ojos alados, Naylamp, se convirtió en la deidad principal.
Resumen histórico de la cultura Lambayeque.
Cronológicamente la cultura Lambayeque sufrió varios cambios formativos, basado en ello, los historiadores la dividen en los siguientes tres periodos:
Temprana (700-900 D.C.).
Pese a que se desconoce mucho de esta etapa por la falta de evidencias arqueológicas, se supone que fueron descendientes de la cultura Mochica. Igualmente mantuvieron relaciones comerciales con aldeas ecuatorianas, colombianas y chilenas.
Intermedio (900-1100 D.C.).
Siendo el periodo de florecimiento de la cultura Lambayeque, se distinguió por el surgimiento de una identidad política, religiosa y una autonomía local, debido al declive de los wari. Así destacaron manifestaciones artísticas, costumbres funerarias y centros ceremoniales bajo una ideología religiosa que mantenía la estructura del estado teocrático.
Final (1100-1375 D.C.).
Ante el sufrimiento de un periodo de treinta años de sequía, y la incapacidad de los dioses para detener este fenómeno, los templos de Batán Grande fueron quemados por la población.
Posteriormente edificaron una nueva capital entre los valles de La Leche y Lambayaque, llamada Túcume, convirtiéndose en un centro ceremonial. Durante esta etapa de cambios, también se reflejó un nuevo pensamiento religioso basado en la relación con la naturaleza.
Finalmente, en 1375, los territorios de la cultura Lambayeque fueron conquistados por el Reino chimú. Este hecho produjo una síntesis cultural entre ambas civilizaciones.
Centro ceremoniales de la cultura lambayeque.
La cultura Lambayeque edificó grandes complejos monumentales, en donde efectuaban las ceremonias religiosas, administraban la economía y vivían los gobernantes. Mientras que el resto de la población habitaba en las inmediaciones, y solo ingresaban a estos lugares a dar ofrendas a los dioses o pagar tributo. Estas localidades se diferenciaron por poseer varias pirámides construidas en ladrillos de adobe y truncadas, es decir, sin vértice en la punta.
Entre los principales centros ceremoniales se encuentran:
Batán Grande.
Considerada la primera capital de la cultura Lambayeque, posee 20 pirámides que miden más de 30 metros cada una. Entre las cuales están las llamadas huacas: del Oro, Las Ventanas, La Merced, Botija, Corte, Ingeniero y Rodillona.
Túcume.
Fue la segunda capital de la cultura Lambayeque, situada a solo 10 kilómetros de la primera, en donde prosperó el desarrollo agrícola.
Apurlec.
Calificado como uno de los complejos más grandes de Perú, aproximándose más a la categoría de ciudad. Se caracteriza por las pirámides, depósitos, calles, canales de irrigación y terrenos para el cultivo.
Manifestaciones de la cultura Lambayeque.
Esencialmente las expresiones de la cultura Lambayeque que sobresalieron fueron las siguientes:
Cerámica.
Nutrida por los orígenes moches, lograron una identidad auténtica destacando el uso del pedestal, cuerpos globulares y picos cónicos. Resaltó también el uso de un solo color, aunque algunos objetos presentaban decorados con diferentes tonalidades. Las técnicas empleadas sobre la pasta clara o negra, fueron el moldeado previo y un intenso pulido para dar un acabado final con mucho brillo. Fueron comunes las representaciones de animales, frutos y cabezas humanas con los ojos alados.
Pinturas murales.
Aun cuando muchas de las pinturas murales se encuentran deterioradas en los diferentes monumentos, plasmaron temas referidos a la agricultura, cabezas de trofeo y aves.
Metalurgia.
Fabricaron una gran cantidad de elementos de materiales como oro, plata, cobre y la aleación llamada tumbaga, con fines ceremoniales.
Algunos ejemplos del arte de la cultura Lambayeque son el tumi o cuchillo ceremonial, la máscara funeraria y la tumba de la sacerdotisa de Chornancap.
En síntesis, si los moches asombraron con su belleza metalúrgica, la cultura Lambayeque sorprendió con aleaciones metálicas y finos acabados.
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